Impresión 3D para proyectos de electrónica

octubre 8, 2024

Introducción

Si alguna vez te has metido de lleno en un proyecto electrónico, sabes lo frustrante que puede ser encontrar la caja o el soporte perfecto para tus componentes.

¿Quién no ha pasado horas buscando una caja para un Arduino solo para darse cuenta de que ninguna encaja bien con lo que necesitas?

Ahí es donde las impresoras 3D se convierten en tu mejor aliado:

Con una impresora 3D puedes crear exactamente lo que necesitas, a medida y sin depender de lo que haya disponible en el mercado.

No solo hablamos de hacer piezas personalizadas para tus proyectos, sino de ahorrar tiempo, dinero y dolores de cabeza.

Imagina que un soporte se te rompe: con una impresora 3D lo tienes listo en unas horas, sin necesidad de esperar días por un envío o gastar en piezas genéricas que ni siquiera se ajustan bien. Y no solo eso, puedes dar una segunda vida a objetos que normalmente tirarías.

Además, el ahorro no es solo económico. ¿Cuántas veces has visto algo que necesitabas en una tienda online, y el envío te costaba casi lo mismo que el producto? Con la impresión 3D, ese problema se termina.

Un rollo de filamento te cuesta unos 20€, y con eso puedes imprimir decenas de piezas que normalmente te saldrían muchísimo más caras.

En proyectos de electrónica, donde los soportes y carcasas pueden variar tanto, la capacidad de personalizar hasta el último detalle es un lujo al alcance de tu impresora.

Así que, si todavía no tienes una impresora 3D en tu taller de electrónica, estás perdiendo la oportunidad de mejorar tu flujo de trabajo, reducir tus costes y tener la libertad de crear cualquier cosa que se te ocurra.

La impresión 3D no es solo una herramienta; es una inversión que transforma cómo desarrollas y finalizas tus proyectos.

En este artículo te voy a convencer para que acabes comprando una.

De Impresoras 3D y Software

Cuando hablamos de impresoras 3D FDM, nos referimos al tipo más común de impresoras.

Estas funcionan derritiendo filamento plástico y depositándolo capa por capa hasta formar la pieza final.

¿Por qué usar FDM para tus proyectos de electrónica?

Es simple: es una tecnología accesible, fácil de usar y perfecta para fabricar soportes, cajas y piezas personalizadas con gran precisión. Además, el coste de los materiales, como el PLA o PETG, es bastante bajo.

Ahora bien, no todas las impresoras FDM son iguales, y si buscas una que te dé calidad profesional a un precio asequible, la SOVOL SV06 es la mejor opción.

Esta impresora ofrece un rendimiento espectacular para lo que cuesta. No solo tiene una estructura robusta y componentes de alta gama, sino que también es compatible con una gran variedad de filamentos, como el PLA, PETG, e incluso TPU.

Es perfecta para cualquiera que quiera meterse de lleno en la impresión 3D sin dejarse un dineral.

Pasando al software, aquí es donde las cosas pueden complicarse, pero no te preocupes.

Si necesitas diseñar piezas paramétricas (diseños basados en medidas y restricciones), FreeCAD es la herramienta que estás buscando.

Es un software libre, lo que significa que no tendrás que pagar licencias y, además, es extremadamente flexible. Con FreeCAD puedes diseñar tus piezas desde cero o modificar archivos ya existentes, lo cual es ideal si quieres personalizar tus proyectos electrónicos.

A diferencia de otros programas que pueden abrumarte con opciones innecesarias, FreeCAD se enfoca en lo que importa: facilidad de uso y personalización.

No es necesario ser un experto para manejarlo. Puedes empezar creando piezas sencillas como cajas o soportes, y poco a poco ir avanzando hacia diseños más complejos, todo sin dejar de usar un entorno gratuito.

PLA: Primer filamento

El PLA es el filamento perfecto para empezar en la impresión 3D, sobre todo si tus proyectos electrónicos son pequeños y no requieren demasiada resistencia.

Es fácil de imprimir, tiene un acabado bastante bueno y su coste es bajo. Para piezas como cajas o soportes que vas a usar en un ambiente controlado, como dentro de casa o en un laboratorio, el PLA hace el trabajo sin problema.

Pero aquí viene el gran «pero»: aunque el PLA tiene muchas ventajas, no es el material más resistente. Se deforma con el calor y es muy sensible a los rayos UV, por lo que no es la mejor opción si tu proyecto va a estar al aire libre o cerca de fuentes de calor.

Si dejas una pieza de PLA en el coche en un día caluroso, es probable que se deforme o se quiebre con el tiempo.

Eso sí, no todo es negativo.

El PLA sigue siendo ideal cuando buscas rapidez y facilidad de uso.

Si necesitas hacer un prototipo o un soporte que no va a estar sometido a estrés mecánico ni cambios de temperatura, es una opción sólida. Y en términos de coste, sigue siendo el más económico de los filamentos, lo cual es una ventaja si estás empezando o si necesitas imprimir muchas piezas rápidamente.

Por eso, el PLA es perfecto como primera opción, pero a medida que tus proyectos evolucionen y busques algo más duradero, te darás cuenta de que necesitarás un material más resistente. Aquí es donde el PETG empieza a brillar, pero de eso hablaremos en el siguiente punto.

PETG: El todoterreno para tus proyectos

Si ya has dominado el PLA y te has dado cuenta de sus limitaciones, es hora de dar el siguiente paso con el PETG.

Este filamento es el equilibrio perfecto entre facilidad de impresión y resistencia. A diferencia del PLA, el PETG es mucho más duradero, lo que lo convierte en el candidato ideal para proyectos que van a estar expuestos al calor, la humedad o incluso al aire libre.

Si necesitas fabricar soportes, carcasas o piezas que aguanten golpes o esfuerzos mecánicos, el PETG es tu mejor amigo.

Una de las grandes ventajas del PETG es su resistencia al calor. Con una temperatura de transición vítrea de 80°C, prácticamente el doble que la del PLA, el PETG puede soportar condiciones más extremas sin deformarse.

Además, es resistente a productos químicos y a la humedad, lo que lo hace perfecto para proyectos que estarán en contacto con elementos más duros o expuestos al exterior.

Y aunque pueda sonar como un filamento avanzado, imprimir con PETG es casi tan sencillo como con PLA.

No requiere técnicas especialmente complicadas, pero es importante ajustar algunos parámetros como la temperatura de extrusión, que en el caso del PETG debe estar alrededor de los 260°C para asegurar una buena adherencia entre capas.

También es recomendable calentar la cama a unos 80°C para evitar problemas de deformación.

Otro punto a favor del PETG es que estéticamente es uno de los filamentos más atractivos.

Tiene un acabado brillante, y si utilizas colores traslúcidos, los resultados pueden ser impresionantes.

Esto lo hace ideal no solo para piezas funcionales, sino también para aquellas en las que la apariencia importa, como carcasas de gadgets electrónicos o proyectos visibles, dándo un toque al diseño de los años 90 y 2000.

¿Cuándo elegir PLA y cuándo PETG para tus proyectos?

Elegir entre PLA y PETG no es complicado si sabes qué buscas en tu proyecto de electrónica. Ambos tienen sus puntos fuertes, y la clave está en entender cuándo usar cada uno.

El PLA es ideal para aquellos proyectos en los que la simplicidad y la rapidez son lo principal. Si vas a imprimir una caja para un microcontrolador que estará en un ambiente controlado, o si estás fabricando prototipos, el PLA es la opción más sencilla y económica.

Además, si el acabado visual es importante y quieres que tu pieza tenga un buen aspecto sin demasiados retoques, el PLA es tu mejor aliado.

Por otro lado, si tu proyecto va a estar expuesto al calor, a la intemperie o va a requerir mayor resistencia mecánica, el PETG es la elección obvia.

Por ejemplo, si estás montando un sensor en el jardín o un soporte para piezas que estarán en contacto con el sol o temperaturas más altas, el PLA se quedará corto. Aquí es donde entra el PETG, que no solo aguantará mejor el calor, sino que además resistirá mucho mejor el paso del tiempo en exteriores.

Para hacer una comparación rápida: si lo que necesitas es imprimir algo rápido, barato y que no sufra grandes exigencias, PLA.

Si estás buscando algo más duradero y resistente, incluso si el proceso es un poco más lento, PETG es tu mejor opción.

Por eso, en muchos proyectos de electrónica, ambos materiales pueden ser útiles dependiendo del contexto. Puedes hacer un prototipo en PLA para validar tu diseño y luego pasar a PETG para la versión final, asegurando que la pieza tenga mayor longevidad.

¿Un consejo? Si no estás seguro, prueba con ambos. Haz piezas pequeñas en PLA y PETG y compáralas. Verás cómo el PETG, aunque un poco más complejo, te dará resultados más robustos y profesionales para aplicaciones exigentes.

Conclusión: Escoge tu material con cabeza, no con el bolsillo

En resumen, tanto el PLA como el PETG son herramientas imprescindibles para cualquier maker que trabaje en proyectos electrónicos.

El PLA es perfecto cuando necesitas algo rápido, sencillo y estéticamente limpio, ideal para prototipos o piezas que no estarán expuestas a condiciones extremas. Pero, cuando tu proyecto demanda más, especialmente en términos de resistencia al calor o la intemperie, el PETG es la opción que te salvará de frustraciones futuras.

El verdadero truco está en entender las necesidades de tu proyecto. No te dejes llevar solo por el coste; piensa en la durabilidad y en cómo funcionará la pieza a largo plazo.

La impresión 3D no solo te permite fabricar a medida, también te da la libertad de experimentar con distintos materiales y mejorar tus diseños. Y si todavía no has probado el PETG, quizá sea hora de dar ese salto. ¡Te prometo que no te arrepentirás!

Finalmente, recuerda que tener una buena impresora como la SOVOL SV06 y el software adecuado como FreeCAD hará que tu experiencia de impresión sea mucho más fluida. Así que, a partir de aquí, tienes todas las herramientas para llevar tus proyectos electrónicos al siguiente nivel, sin importar las exigencias.